DÍA I

Bueno, antes de empezar solo decir que nos ha salido un viaje perfecto, y que he tenido el mejor compañero de viaje. Empezaré narrando cómo fué nuestra llegada.
Quedé con Luis en la estación de metro de Concha Espina para ir al aeropuerto, y una vez allí nos encontramos con un pequeño susto. Al ir a facturar, nos dijeron por un momento que nuestra reserva no existía. Podéis imaginar que cara se nos quedó cuando vimos aquello, pero inmediatamente fuimos a un mostrador, nos confirmaron la reserva y pudimos tener las tarjetas de embarque sin problemas. Pasamos el control, comimos y esperamos que saliera nuestro vuelo, el cual se realizó sin el maás mínimo inconveniente.
Una vez en Dublín no tuvimos que recoger maletas, pues no facturamos nada, y salimos directamente. Nos entretuvimos un poco al lado de la tienda Guinness, en un cartel de rugby y haciéndole una foto al avión de Aer Lingus. Al salir cogimos el Airlink, que nos dejó en O'Connell Street en a penas media hora. Desde ahí no fué difícil encontrar nuestro B&B, pero antes nos hicimos algunas fotos junto al Spire. Una vez dejamos las cosas en el B&B fuimos a cenar, y lo que está más a mano (como siempre) es el McDonalds. Tras cenar cruzamos el río (suena a película de vaqueros) y entramos en el que fué el mejor descubrimiento del viaje: el pub Fitzgerald. Es un pub bastante bien montado y ambientado, al que merece la pena ir. Tras pasar un rato allí volvimos al B&B a dormir, pues el día siguiente requería fuerzas para andar.
Y hasta aquí os cuento hoy, mañana el día II.